Uno de los peores sentimientos que podemos tener hacia los demás o que los demás pueden tener hacia nosotros es la envidia, por eso es importante saber cómo limpiar el ojo turco, el cual nos protegerá.
El ser humano, al igual que toda la densidad de la materia, está compuesto de un juego constante, de una lucha de luces y de sombras. Ninguno consigue mantenerse mucho tiempo en ninguno de los extremos, e igual que brota el altruismo y la paz de forma sorprendente y natural en nuestro interior, también lo hacen los malos sentimientos.
¿Cómo limpiar el ojo turco de malas energías?
La envidia
La envidia conecta directamente con las malas sensaciones que podemos llegar a dirigir a quienes nos rodean, incluso de forma inconsciente. Los malos deseos o las malas vibraciones, todo nace en lo más profundo de nuestro ser y conecta con el exterior de forma directa a través de la mirada.
El ojo es uno de nuestros órganos más importantes a nivel espiritual, pues es nada menos que el espejo del alma. A través de nuestra mirada profesamos el amor, el deseo y también la tristeza y el odio.
Una de las mejores formas de protegerte de los malos deseos que los demás te dirigen, que acaban convirtiéndose en males de ojo, es mediante el ojo turco. Pero para que su protección tenga efectos beneficiosos es importante que aprendas cómo limpiar el ojo turco. Este amuleto es un talismán muy efectivo en contra del mal, y por eso es común que muchas personas lo utilicen en pulseras y collares como protección.
Antes de aprender cómo limpiar este amuleto, hay un importante aspecto del talismán que debes conocer: si encuentras grietas en él, no significa que esté trucado o que esté atrayendo sensaciones negativas.
Lejos de eso, si presenta grietas puedes estar tranquila de que ha conseguido alejar de ti las malas influencias que se te habían dirigido, así como las malas energías. Por tanto, las grietas son una señal de que el amuleto ya ha cumplido con su misión.
Diferentes maneras de limpiarlo
Hay muchas maneras de proceder a limpiar el ojo turco. La primera de ellas es la de tierra. Este proceso consiste en enterrar el ojo turco en tierra durante varios días. No obstante, previamente deberás haberlo envuelto en un paño. También lo puedes limpiar con agua, gracias a que este elemento es puro y tiene propiedades espirituales curativas. Hay dos modos de limpiar el talismán con agua.
El primero y el que más efecto tiene, es dejarlo debajo de la lluvia durante varios días. Otra manera es que lo mantengas debajo del agua corriente.
Las formas que te hemos mostrado de limpiar el ojo turco son las dos más habituales que se llevan a cabo. Sin embargo, hay otras dos maneras más que resultan igualmente efectivas si quieres librar de malas energías a este talismán, o bien, si te lo has encontrado y quieres asegurarte de que te proteja de un mal de ojo.
En primer lugar, puedes llevar a cabo la limpieza con amatista, que no tiene mayor dificultad que colocar el ojo turco junto a un pedazo de esta preciada piedra.
Por otro lado, existe otro tipo de limpieza de ojo turco que puede parecer la más sencilla de todas, pero que, en cambio, es una de las más difíciles de llevar a cabo. Estamos hablando de la limpieza mental. El proceso es simple, pues tan solo consiste en que mantengas el ojo turco sujeto entre tus dos manos y que te concentres en pensar en la energía positiva y en la luz.
Antes de que elijas este proceso, ten en cuenta el juego de egos que tenemos en nuestro interior los seres humanos, la lucha constante entre la claridad y la oscuridad, la batalla por encontrar la armonía y el equilibrio. La limpieza mental realizada por una misma puede ser peligrosa, porque la mente puede irse hacia los malos pensamientos muy fácilmente y acabar transmitiendo malas vibraciones al ojo turco. Por tanto, si quieres realizar una limpieza mental, o incluso para asegurarte de que la limpieza del ojo turco se hace correctamente y es efectiva, te recomendamos que consultes mejor a una vidente especializada.
El ojo turco está más presente de lo que creemos en nuestras vidas. No solo es frecuente en pulseras y collares, sino en los hogares, en las escuelas e incluso en muchos lugares de trabajo.
También es común verlo en recién nacidos, pues muchas madres los colocan en ellos para protegerlos desde que llegan al mundo, así como en niños pequeños que acuden cada día a la escuela. En definitiva, todos somos víctimas, con frecuencia, de las malas intenciones, por lo que además de llevar con nosotros el talismán, es importante saber cómo limpiar el ojo turco.
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