¿Crees que tienes la facultad de curar con las manos? ¿Te sientes capaz de transmitir energía curativa a alguien que necesita ayuda y que quieren sentirse mejor? ¿Puedes mejorar la salud de tu familia utilizando solo tus manos? Incluso, si eres médico, ¿crees que puedes aumentar tu efectividad a la hora de ayudar a los pacientes, utilizando este método?
La respuesta es sí. La ciencia ha demostrado la validad del bioelectromagnetismo y ha dotado de una base científica a la curación espiritual como forma de terapia bioenergética. Es hora de que la curación práctica salga del armario.
¿Cómo despertar al sanador interno que llevamos dentro?
Cada uno de nosotros tiene la capacidad innata de curar con las manos utilizando una antigua técnica de respiración que genera una poderosa resonancia de curación, o transmisión de energía, hacia nuestras extremidades. Pero nunca nos han explicado que tenemos esa energía curativa.
La terapia de bioenergía es un método muy efectivo para usar las manos en beneficio de otras personas (y, por supuesto, de ti mismo) para que se sientan mejor, física y mentalmente.
Este método te convertirá en un terapeuta muy efectivo de la bioenergía. Es fácil de aprender y de practicar, ya que solo tienes que seguir unas sencillas instrucciones. La terapia también te lleva a una relajación más profunda, una mayor conciencia y una perspectiva más positiva de la vida, tanto para la persona que da como para la que recibe.
Las personas que pueden beneficiarse de tu terapia son aquellas que sufren diversos tipos de dolores, enfermedades, lesiones y estrés. Puede ser utilizada en condiciones agudas o crónicas. De hecho, normalmente, los resultados son más visibles cuando la dolencia es más grave (ya sea una lesión, enfermedad o tras una operación) por lo que los profesionales de esta terapia nunca deben de tener miedo a probarla, sin importar cuán drásticas sean las circunstancias de su paciente. Es cierto que no se deben esperar milagros, pero también es verdad que los resultados son asombrosos.
La importancia de la respiración
Curar con las manos ha sido una técnica utilizada durante miles de años por los más ancianos de las diferentes tribus del planeta, incluso ha sido parte de ciertas tradiciones religiosas. En cambio, en la sociedad occidental, este tipo de sanación ha sido tratado como un mito o un talento al alcance de solo unos pocos.
Sin embargo, existe un simple método que activa la energía curativa en casi todos los que lo intentan: la meditación de equilibrio de resonancia. Se trata de un ritmo de respiración peculiar y muy antiguo que influye en el campo electromagnético del cuerpo de manera mesurable. Al respirar a ese ritmo, la energía que fluye a través de las manos ha aumentado enormemente las cualidades curativas y es posible estimular curaciones potentes, diluir el dolor y quitar al estrés.
En medicina, el primer día se dice a los alumnos que el cuerpo se cura a sí mismo. Ya sea a través de medicamentos, cirugías o uso de cualquier tipo de terapia médica, estos son solo herramientas que ayudarán al cuerpo a curarse por sí solo. Lo mismo ocurre con la terapia de bioenergía, la acupuntura, la homeopatía, las hierbas u cualquier otra modalidad holística.
La capacidad de autocuración y de curar con las manos es parte inherente de toda vida. El cuerpo se renueva constantemente, deshaciéndose de los tejidos viejos, que están enfermos. No somos conscientes de que esto sucede porque, en ocasiones, el cuerpo se libera de la enfermedad tan rápido que parece que siempre estamos sanos.
En las ocasiones en las que el proceso de autocuración no funciona es necesario traer ayuda del exterior. Tradicionalmente, durante los últimos siglos, el ser humano ha utilizado alimentos y hierbas para curar, además de utilizar los poderes curativos del tacto.
Todas las evidencias llevan a pensar que el cuerpo es altamente electromagnético, con numerosos puntos y patrones de energía y configuraciones de gran importancia. Sin embargo, esto no es aún lo suficientemente conocido para romper los tabúes culturales que hay sobre la curación. Al tomar conciencia de esta revolución en el paradigma bio-electromagnético en la biología, y su equilibrio de resonancia practicante, se acelerará la ruptura de este tabú.
Ser un profesional de la sanación y curar con las manos no es fácil debido al enfrentamiento constante que podemos encontrarnos con otras personas, por varias razones. Por una parte, todos sabemos que romper los tabúes no es fácil y esto puede bloquear el proceso de curación. Por otra, la energía curativa a través de las manos implica tocar suavemente a otra persona, lo que significa una forma de intimidad.
A menudo, tenemos miedo a mostrar esa intimidad, ya sea por miedo a estimular sentimientos sexuales reprimidos o por el rechazo. De hecho, nuestro miedo a la intimidad puede alimentar la raíz de muchos de nuestros problemas físicos y emocionales. Sin embargo, merece la pena intentarlo.