La videncia es la capacidad de ver al futuro. No obstante, a pesar de lo que muchos creen, no necesitas una bola de cristal ni ningún elemento para conseguirlo; solo tu mente. A continuación te explicamos cómo puedes desarrollar la videncia.
Intuición y percepción
En la videncia, hay dos factores que son absolutamente clave. Por un lado, la intuición. Y, por otro lado, la percepción. Por lo tanto, para desarrollar la videncia, es indispensable trabajar y potenciar estos dos factores.
Vamos a comenzar por la intuición. Para desarrollar al máximo esta habilidad, lo primero que debes hacer es buscar un lugar en el que te sientas cómodo y en el que nadie pueda molestarle. Una vez allí, tómate cinco minutos para relajarte, concentrado en la respiración. Visualiza en tu mente una determinada situación sobre la que quieras tener una determinada intuición y concéntrate en ella varios minutos, prestando especial atención a todos los detalles. Luego, haz una pregunta, la que tu consideres oportuna, sobre dicha situación. Reflexiona sobre la misma unos minutos; seguro que tu intuición empieza a darte las primeras pistas.
En cuanto a la percepción, debes prestar especial atención a tus sueños porque son el reflejo de tu subconsciente; cosas que tienes almacenadas en tu yo interior pero de las que ni siquiera tú mismo eres consciente. Justo antes de ir a dormir deja una libreta en tu mesilla de noche junto con un lapicero. Antes de dormir piensa en una pregunta o en una determinada situación y, al despertar, anota en esa libreta todo lo que recuerdes del sueño; cada detalle, por pequeño que sea.
Imaginación
Una vez hayas trabajado sobre la intuición y la percepción, es momento de comenzar con la videncia. Antes de ser capaz de responder preguntas directas y detalladas, debes aumentar tu imaginación, tu capacidad para ver imágenes con todo lujo de detalles en tu mente sin que estas todavía no hayan tenido lugar. Hay un ejercicio de visualización muy simple. Cierra los ojos e imagínate a tí mismo sosteniendo 7 globos, cada uno de ellos de un determinado color; luego, ve soltándolos uno a uno, mientras ves cómo van desapareciendo en el cielo.
Videncia
Y, por último, para desarrollar la videncia, debes hacerte a tí mismo una pregunta específica, como por ejemplo si encontrarás el amor en un plazo máximo de seis meses. Luego, abre tu tercer ojo; respira profundamente y concéntrate en la zona que está entre tus ojos ya que ahí se encuentra el chakra que se ocupa de las habilidades visuales que requiere la videncia. Poco a poco verás como las imágenes van llegando hasta tu mente.
Como puedes comprobar, desarrollar la videncia es relativamente sencillo. Solo tienes que saber cómo potenciar habilidades innatas en tu yo interior. Desarrollar la videncia te vendrá muy bien en un amplio abanico de aspectos de la vida y te ayudará a tomar las mejores decisiones en momentos difíciles.
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