Las piedras se forman por el enfriamiento que se produce en el planeta Tierra, al igual que sus cristales. Durante millones de años ha habido un proceso que ha generado numerosos cambios geológicos. Así, la energía de las piedras se ha ido quedando grabada durante millones de años, a medida que se grababa en ellas el ADN de nuestro hogar, la Tierra, con una frecuencia propia.
Debido a las vibraciones que generan, las piedras se utilizan en terapias como el Reiki, que ayudan a que estés en sintonía con tu propio ser y a que se armonice la energía de tu interior. Otra de estas terapias que surgieron hace milenios es la Gamoterapia. Según la composición y el color, la energía de las piedras puede ser diferente. El centro de energía que está contenido en cada una de ellas se denomina Chakra, un nombre que encuentra su origen en el sánscrito. Con el contacto con ellas, podemos sanar nuestro campo energético, armonizarlo, protegerlo o desbloquearlo.
La energía de las piedras
El cuarzo
La primera piedra de la que te queremos hablar es el cuarzo, que está presente en todo el planeta. El cuarzo opera en todas nuestras dimensiones. Su objetivo es sanarnos y regular la energía. Es decir, tiene la capacidad de conectar lo físico con lo mental y de limpiar el alma conectando con tu nivel vibratorio.
El cuarzo ahumado
Diferente es el cuarzo ahumado, que aunque también está presente en todo el mundo, sirve para calmar el estrés y aliviar el dolor. Tiene un vínculo muy fuerte con la Tierra y cuenta con naturaleza sexual, pues ayuda a calmar nuestro cuerpo físico. Es muy eficaz en las etapas en las que se nos presentan los problemas más complicados; además, nos fortalece a nivel de espíritu.
El cuarzo rosa
El cuarzo rosa es el del amor absoluto. Al igual que la amatista, la cual te explicaremos a continuación, lucha contra el desamparo. Te ayuda a sentir las vibraciones del amor del universo en tu interior e incrementa el amor propio. Su poder es sanar las heridas interiores, las físicas y ayudar a entender por qué atravesamos los malos momentos que nos tocan.
La amatista
La amatista es espiritual y la puedes encontrar en cualquier lugar del mundo. Sirve como un apoyo propio de la mejor madre. La amatista evita el desamparo y consuela, despertando la memoria de nuestro ser. Tiene el poder del sol y es una piedra creativa que protege el ambiente. Se origina en Francia, Brasil o Rusia y aporta abundancia a quien la tiene. Es una piedra que anima a compartir con los demás, aportando una gran calma interior. También libera de los traumas infantiles y de los que adquirimos en vidas pasadas. Te hace, además, ser consciente y responsabilizarte de tus propias acciones.
La amazonita
La amazonita es la piedra de la intuición, del intelecto y de la autodeterminación. Alivia lo emocional facilitando el equilibrio. Además, te ayuda a ser capaz de expresar todo aquello que quedó por decir.
La turmalina negra
La turmalina negra se encarga de hacer ligeras las vibraciones más densas. Es una fuerza que armoniza los hemisferios de tu mente y elimina los patrones instaurados de pensamientos negativos. Ayuda a que nos podamos comprender a nosotros y a los que nos rodean. Igualmente, te ayudará a incrementar la confianza en ti misma.
El lapislázuli
Es una de las piedras con vibraciones más altas, por lo que es muy beneficiosa para alcanzar tu realización espiritual. Te ayudará a estimular tu propio poder y tener una serenidad muy grande. Promueve tu autoconocimiento armonizando mente, espíritu, cuerpo y emociones. Su capacidad de curación es multidimensional. También es la piedra que vincula la amistad y el amor, eliminando las dependencias emocionales nocivas.
El jaspe rojo
El jaspe rojo beneficia las vibraciones energéticas de quienes tienen falta de decisión y de quienes son tímidos. Además, favorece la libido. Se trata de una piedra afrodisíaca que ayuda a encontrar la estabilidad en el amor. Siempre fue la piedra de la pasión y de las emociones intensas. Además, es muy buena para el equilibrio del cuerpo y para quienes sufren problemas hepáticos.
La labradorita
Su energía es perfecta para eliminar las inseguridades, los miedos y las citatrices de viejas decepciones. Fortalece tu confianza en el universo. Imparte perseverancia y fuerza.
La energía de las piedras se utiliza con el fin de alinear todos nuestros cuerpos, desde el mental y el espiritual, al físico y al emocional. De este modo, su utilización nos ayuda a conectar con nuestra alma y a poder expandir nuestra propia conciencia.