¿Alguna vez has escuchado hablar de la práctica de la tabacomancia? ¿Sabes cómo se practica la lectura del tabaco? ¿Conoces en qué te podría ayudar? A continuación revelamos toda la información que debes saber acerca de esta práctica, de qué se trata, cómo se practica, para qué sirve… Si estás interesado en someterte a una sesión de tabacomancia con un profesional, te recomendamos que te informes bien sobre ello, solo sigue leyendo y te convertirás en todo un experto.
La tabacomancia es la práctica de adivinación que se lleva a cabo interpretando el humo y las cenizas de un cigarrillo, puro o tabaco en general. Esta disciplina es muy antigua y hoy en día se practica mucho en zonas como Latinoamérica. Nuestros ancestros creían en que el humo contenía propiedades mágicas, y es de la veneración de éste de donde surge esta práctica de adivinación.
Los profesionales tarotistas y videntes aseguran que al llevar a cabo esta práctica pueden llegar a sentir cómo se siente la persona que es sometida a la lectura, si tiene alguna dolencia, si está preocupado por alguna cosa, si le duelen los huesos… Es decir, gracias al tabaco puede llegarse a ver infidelidades, hijos ocultos, muertes cercanas…
Normalmente se utilizan 3 cigarros para así tener la oportunidad de realizar una purificación en caso de quererlo así. El primer cigarro se lee de la siguiente manera: una vez el tarotista o vidente ya tiene los datos de la persona, procede a pasar el cigarro por algunas partes del cliente, así como hombros, frente, mejillas, nariz, pecho, brazos, cabeza, espalda, muñecas o manos. A continuación, se procede a encender el cigarrillo (normalmente gracias a una cerilla) y se le echa el humo en el rostro a la persona.
Es necesario detallar que cada profesional tiene distintas maneras de llevar a cabo esta práctica, pero nosotros hablaremos de una en concreto. Tras echarle el humo en la cara, se procede a echar humo en otras partes del cuerpo de la persona como las manos. En este proceso, el tarotista no “fuma” el cigarrillo, simplemente se limita a aspirar para sacar el humo y echarlo en el cuerpo de la persona, además de para poder observar las formas que se van creando en la punta del cigarro o puro.
El lado derecho siempre hace referencia a la mujer, y el lado izquierdo se refiere, por norma general, a un hombre o a las personas que están alrededor de dicha mujer. En este proceso la ceniza va cayendo a un plato, eso supone que la persona va limpiándose de energías negativas. Mientras se va consumiendo el cigarro, se utiliza ese humo para limpiar a la persona de intranquilidades y sentimientos negativos echando el humo en partes específicas del cuerpo.
Todo sobre la tabacomancia o lectura de tabaco
Además de aspirar, también se puede soplar hacia fuera del cigarro para expulsar estos mismos pensamientos y energías negativas. Se dice que las líneas que se van abriendo en el puro durante este proceso son caminos futuros que se irán abriendo. Así el tarotista o vidente podrá ver si esta persona va a recibir dinero, las relaciones familiares, pensamientos, viajes, relaciones con las personas…
El estado final en el que queda el cigarro también es muy relevante, la posición (si está inclinado hacia un lado o no), las formas, los agujeritos… todo eso dice mucho sobre la persona. En el caso de malos resultados, hay muchos clientes que desean realizarse una cura posterior para eliminar enfermedades, energías negativas… gracias a baños, aceites, flores, animales etc. En caso de la mala suerte, muchos profesionales recomiendan tener en casa canela con claveles, miel una foto de una persona (o de la familia) y un vaso de agua, para que en el agua caiga todo lo negativo y las personas queden protegidas.
Como ya hemos visto, esta práctica de la lectura del tabaco puede proporcionarnos mucha información sobre alguien, si estás interesado entra en www.guiadetarotistas.es y contacta con tu profesional.